El profesor de Geografía de la UNED Ramón Pellitero ha desvelado que el subsuelo de alta montaña de las regiones de Tacna y Arequipa, situadas en la parte peruana del desierto de Atacama, contiene mucha más cantidad de permafrost de lo que se pensaba hasta ahora. El permafrost, formado por tierra, rocas y sedimentos amalgamados por el hielo y situado en el subsuelo, resiste mucho mejor la subida de las temperaturas que los hielos glaciares, más expuestos al cambio climático al estar situados en la superficie.
Cueva de hielo bajo morrena en el sector Sur del Nevado Coropuna
Además de la cartografía geomorfológica, se han empleado dos técnicas para explorar el subsuelo cercano al Nevado Coropuna: el georradar y el sondeo eléctrico vertical que pueden “hacer radiografías de la tierra”, según palabras de Pellitero. Estas técnicas han permitido saber que hay zonas en las que el permafrost ocupa hasta 35 metros de profundidad y se ha descubierto permafrost desconocido en la cabecera de los ríos que bañan la región, situadas en los Andes; en total, hay aproximadamente 170 hectómetros cúbicos de hielo enterrado en la orla del Coropuna, unos recursos hídricos con los que no se contaba hasta ahora.
Si en los próximos años siguieran subiendo las temperaturas, las previsiones apuntan a que se produciría un descenso brusco de los recursos hídricos glaciares. Sin embargo, la cantidad de permafrost permanecería estable a medio plazo y su descenso sería menos brusco a largo plazo.
Los resultados de la investigación han sido presentados en el Foro Internacional 2024: Agua y Territorios Andinos, celebrado en la ciudad de Tacna y organizado por el gobierno regional y la ONG Asociación Especializada para el Desarrollo Sostenible (AEDES). En el foro se analizaron las tres fuentes de agua potenciales: los bofedales (turberas de alta montaña), los acuíferos y el permafrost. En la mesa redonda para analizar la cuestión también intervino otra profesora de Geografía de la UNED, María José González Amuchastegui.
La región de Tacna tiene un clima árido con precipitaciones anuales medias de 2 mm y la casi totalidad de sus recursos hídricos proceden de las cabeceras de los ríos, que reciben unas precipitaciones medias anuales de 300 mm.
Unidad de Cultura Científica-UNED