El Impact Hub Madrid acogía la semana pasada el encuentro “Educación, Excelencia e Igualdad de oportunidades”, un evento organizado por la Asociación Pandora y la Fundación Tomillo. La jornada reunió a profesionales de la sociedad civil, instituciones públicas, fundaciones y empresas que trabajan en el ámbito de la inclusión de los jóvenes a través de la excelencia para compartir buenas prácticas y explorar vías de colaboración que permitan aumentar el impacto de los distintos programas.
Durante la sesión se trabajó en torno al concepto de excelencia en la educación, identificándose una serie de rasgos comunes al tiempo que se evidenciaba la magnitud del término. Si bien se trata del talento que lleva a resultados extraordinarios en un proceso de superación personal continuo, además del esfuerzo o la constancia la excelencia también se ve definida por el compromiso tanto con la tarea como con las personas, por la motivación, el acompañamiento, el pensamiento crítico, la ética o la flexibilidad. La excelencia, señaló el grupo de trabajo, normalmente ocurre respecto a una persona en un ámbito dado y es por ello que los indicadores empleados para medirla resultan complejos y no siempre adecuados, especialmente si no tienen en cuenta los medios y apoyos disponibles ni el entorno donde surge.
Del mismo modo, los participantes destacaron la importancia de visibilizar aquellos aspectos y capacidades que se pueden encontrar en cualquier chico o chica, y la necesidad de que la excelencia vaya ligada al reconocimiento de las mismas. Se trataría por tanto de construir iniciativas que permitan a las personas reconocerse como excelentes, que sean conscientes de sus capacidades y potencial para aportar a los demás y al contexto social.
“Desde la UNED venimos visibilizando distintas dinámicas en las que se están implicando muchos centros educativos, sobre mediación y convivencia, encaminadas principalmente a mejorar las habilidades comunicativas entre los jóvenes” explicaba Beatriz Álvarez, profesora del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación II de la UNED: “A través de los planes y estrategias de convivencia es posible conseguir mejoras en aquellos chicos que presentan una autoestima más baja, por ejemplo”. Finalmente se asumió la necesidad de establecer redes para trabajar de manera conjunta en torno a la excelencia, la inclusión y la igualdad de oportunidades en la educación y se apuntaron varias líneas de actuación de cara a intensificar la cooperación entre los distintos agentes involucrados. Mantener la cadena de solidaridad, donde la excelencia sea capaz de revertir en la sociedad, la necesidad de unos centros educativos más abiertos al mundo que los rodea o la inclusión de otros factores que contemplen el impacto social a la hora de medir la excelencia, como podría ser el voluntariado, fueron tan sólo algunas de las ideas sugeridas al finalizar este fructífero encuentro.