Una calzada mítica: la Vía Egnatia

Via Egnatia | Marion Golsteijn

Entre las muchas calzadas que surcaron el Imperio Romano hay pocas de nombre e historia tan sugerente como la Vía Egnatia. Construida por los romanos en la época de la conquista de Grecia (s.II a.C.), transitaba desde Dyrrachium hasta Bizancio con propósitos de control político y militar.

Desde el Mar Adriático, seguía una ruta difícil hasta llegar al lago de Ohrid. Luego giraba hacia el sur, por pasos de alta montaña, y llegaba a la costa norte del Mar Egeo, a la ilustre Tesalónica. Desde allí atravesaba Tracia hasta llegar a Bizancio, cubriendo una distancia total de unos 1120 kilómetros. Con la refundación de esta última ciudad por Constantino y el cambio del peso político del Imperio romano hacia Oriente, la vía se convertirá en una de las más importantes para la comunicación de Constantinopla con Occidente hasta la caída del Imperio en el siglo XV. Todo el comercio terrestre bizantino con Europa hubo de utilizar esta calzada, que se mantuvo en uso constante. Su importancia militar es muy reseñable, siendo usada durante las Cruzadas por los ejércitos occidentales que marchaban por tierra a Constantinopla para cruzar al Asia Menor. A raíz de la Cuarta Cruzada, con el saqueo de la capital bizantina, su control fue clave para las luchas de los estados latinos que surgieron de las ruinas de Bizancio, hasta la restauración paleóloga de 1261. Incluso una breve historia de los principales episodios que tuvieron a la vía Egnatia como protagonista en la historia del Imperio de Oriente sería inenarrable.

Baste decir que normandos, serbios, búlgaros y francos transitarán por todo su recorrido marcando una historia no solo política y militar, sino también cultural de los pueblos que se desarrollaron en los Balcanes en el largo proceso histórico que la moderna historiografía ha clasificado bajo el epíteto de "bizantino".

David Hernández de la Fuente es investigador del Dpto. de Historia Antigua de la UNED. Es Doctor en Filología Clásica y en Historia Social de la Antigüedad. Se especializa en Historia Cultural de la Antigüedad y sus líneas de investigación son: Religión y Mitología Griega (esp. Oráculos, Dionisismo y Pitagorismo), Sociedad y Literatura en la Antigüedad Tardía (Nono de Panópolis, poesía y sociedad protobizantinas), Tradición Clásica e Historia del Platonismo (Leyes y Neoplatonismo).