Acaba de publicarse en la versión digital de la revista científica Cretaceous Research un trabajo de investigación sobre los restos fósiles de plesiosaurios recogidos en la Cantera del Mas de la Parreta en Morella (Castellón).
Las arcillas rojas de Morella son una referencia recurrente sobre dinosaurios de la península ibérica, tanto porque fueron pioneras en estos estudios, como por la constante actividad de investigación que se ha desarrollado en los últimos años. Pero las arcillas de Cretácico Inferior de esta zona del Maestrazgo no solo contienen restos de dinosaurios sino que es también frecuente el hallazgo de fósiles de plantas y otros animales invertebrados y vertebrados que habitaron en el mismo territorio. Entre estos restos, el registro morellano ha suministrado, en los últimos años, la colección más abundante de restos de plesiosaurios de la península ibérica, un grupo de reptiles marinos muy popular y del que existe muy poco registro en España.
Los plesiosaurios fueron reptiles que habitaron en ambientes fundamentalmente marinos durante el Jurásico y el Cretácico. Estos animales se adaptaron a una vida exclusivamente acuática, desarrollando un cuerpo cilíndrico, cola corta y extremidades transformadas en grandes aletas. El grupo se extinguió a finales del Cretácico, hace unos 66 millones de años. A pesar de lo que considera popularmente, los plesiosaurios no están cercanamente emparentados con los dinosaurios.
Los restos de plesiosaurios son relativamente comunes en muchos sedimentos a lo largo del planeta, pero en la península ibérica no se han encontrado ejemplares articulados y los restos conocidos son escasos y muy fragmentarios. Sin embargo, el control paleontológico que realiza la empresa Arcillas Vega del Moll en la explotación de la Cantera del Mas de la Parreta ha permitido recuperar la colección más numerosa de restos de estos reptiles del registro cretácico ibérico. En estas canteras se extraen arcillas rojas para la producción de cerámica en la que son frecuentes los restos de organismos terrestres, pero, ocasionalmente, se encuentran niveles originados en ambientes con mayor influencia marina en los que se han hallado restos de animales acuáticos, como tiburones o los plesiosaurios que se describen ahora.
La mayor parte de los restos descritos en este nuevo trabajo no pueden ser asignados a un grupo concreto de plesiosaurios. Sin embargo, una vértebra cervical casi completa ha podido ser atribuida a un leptocleídido, lo que constituye la primera referencia a este grupo de plesiosaurios en el registro ibérico. Los leptocleídidos son una familia de pequeños plesiosaurios, que apenas superaban los tres metros de longitud, con cuerpos robustos y cabeza grande y triangular, que vivieron en el Cretácico Inferior, no sólo en mar abierto sino que se considera que pudieron adaptarse incluso a ambientes muy cercanos a la línea de costa, como es el caso del ambiente deltaico en el que se situaba en aquellos tiempos la actual localidad de Morella.