[vc_row][vc_column][vc_column_text]Uno de los mitos más evocadores de la historia gira en torno a la existencia de la legendaria Atlántida –isla de Atlas– supuestamente situada justo enfrente de las Columnas de Hércules. La cita el filósofo Platón en sus diálogos Timeo y Critias, compuestos en torno al 360 a. C., donde dice que “era más grande que Libia y Asia juntas” y que sobre ella reinaba “una confederación de reyes, de grande y maravilloso poder, que dominó toda la isla y otras muchas también”. Se describe como una poderosa ciudad-estado llena de magníficos monumentos y ciudad rodeada de círculos concéntricos de agua. El Timeo se refiere a la Atlántida entre las civilizaciones más remotas de la antigüedad, tras hablar de la creación y de la estructura del universo. Hay que relacionarla con el marco de reflexión platónico acerca de la sociedad ideal que se describe, por ejemplo, en la República (380 a.C.). La Atlántida aparece contrapuesta a la antigua Atenas, una sociedad perfecta, pues su gobierno basado en leyes justas se había degradado.

Se describe como una poderosa ciudad-estado llena de magníficos monumentos y ciudad rodeada de círculos concéntricos de agua.

Al final, después de un intento fallido de invadir Atenas, la Atlántida se hundió en el océano en un solo día y una noche como producto de lo que parece descrito como un maremoto. Huelga decir que la alusión platónica ha devenido uno de esos mitos de la historia, entre intentos más o menos esotéricos por localizar esta isla desde antiguo: algunos la identifican con la antigua Tarteso y sostienen que se encuentra en el sur de España, otros la sitúan en las Canarias y se cuentan todo tipo de fantasias sobre lo que, en principio, no parece sino uno de tantos mitos filosóficos y propedéuticos en el marco del pensamiento platónico. La Atlántida solo existió en la cabeza del más brillante y recordado de los filósofos griegos.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

David Hernández de la Fuente es investigador del Dpto. de Historia Antigua de la UNED. Es Doctor en Filología Clásica y en Historia Social de la Antigüedad. Se especializa en Historia Cultural de la Antigüedad y sus líneas de investigación son: Religión y Mitología Griega (esp. Oráculos, Dionisismo y Pitagorismo), Sociedad y Literatura en la Antigüedad Tardía (Nono de Panópolis, poesía y sociedad protobizantinas), Tradición Clásica e Historia del Platonismo (Leyes y Neoplatonismo).

6 Comentarios

  1. Tengo una duda que me gustaría que el profesor Hernández me ayudara a disipar… ¿Cómo se puede saber lo que existía dentro de la cabeza de Platón? ¿Acaso se ha inventado ya la máquina del tiempo y alguien ha viajado a la Atenas Clásica y el mismo Platón le ha confirmado que la Atlántida solo existía en su cabeza?

    Es que no es la primera vez que leo este argumento. De hecho, es una frase nada original que se copia y repite una y otra vez sin el mas mínimo análisis crítico. En fin, si el profesor Hernández puede explicarme de modo científico cómo es que se ha podido saber qué era loa que existía dentro de la cabeza de Platón, yo estaría más que encantado. Incluso me ahorraría muchas horas de investigación y esfuerzo tratando de buscar entre códices y papiros indicios sobre la tradición de la historia de la Atlántida desde las fuentes egipcias mismas.

    En cualquier caso, como ya se sabe, afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias, y afirmar que la Atlántida de Platón solo existió en la cabeza de Platón es, desde luego, una afirmación mas que extraordinaria, por lo que espero conocer las pruebas extraordinarias que han llevado al profesor Hernández, y a los que así piensan, a saber lo que realmente existía dentro de la cabeza de Platón.

    Un cordial saludo,
    Georgeos
    http://www.AtlantidaHistorica.con
    http://www.ArqueoHistoria.org

  2. Estimado amigo,

    que la Atlántida es un mito filosófico –basado acaso en lejanos eventos históricos, como todo mito– es algo aceptado por una significativa mayoría de la comunidad científica internacional, tal y como hemos recibido la tradición de esta leyenda, pues la única fuente que tenemos a ciencia cierta son los diálogos de Platón, con una agenda propia de intencionalidad filosófico-política. Las demás fuentes al respecto siguen siendo dudosas.

    La carga de la prueba sigue estando, por tanto, en quienes creen que no es un mito filosófico sino una realidad histórica, y no viceversa.

    Me permito recomendarle esta espléndida tesis de este mismo año, de cuyo tribunal tuve el honor de formar parte, con una completa actualización científica y bibliográfica: http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:Filosofia-Tmorales/MORALES_CARTULA_Tomas_Tesis.pdf.

    Por lo demás, le agradezco su comentario a esta breve entrada de divulgación científica y quedo a su disposición para más aclaraciones en mi dirección profesional.

    Cordialmente.

    David Hernández de la Fuente

  3. Estimado Sr. Hernández:

    Dice usted: «La carga de la prueba sigue estando, por tanto, en quienes creen que no es un mito filosófico sino una realidad histórica, y no viceversa.»

    ¿He dicho acaso lo contrario? Estoy completamente de acuerdo en ese principio ineludible de la investigación científica y hasta de cualquier proceso legal y jurídico. Por supuesto que es así. Pero ese no ha sido el punto de mi intervención. Usted ha realizado una afirmación muy extraordinaria, y por ello, espero muestre cuáles son las pruebas -iguales de extraordinarias- que le han levado a saber lo que realmente existía en la cabeza de Platón.

    No ha respondido usted las simples preguntas que formulé, porque responder con otra afirmación que requiere igualmente pruebas que aún no son conocidas, tal como usted responde: «que la Atlántida es un mito filosófico –basado acaso en lejanos eventos históricos, como todo mito– es algo aceptado por una significativa mayoría de la comunidad científica internacional», eso no es responder mi pregunta concreta, que por si acaso no se percató de ella, vuelvo a repetir:

    «Tengo una duda que me gustaría que el profesor Hernández me ayudara a disipar… ¿Cómo se puede saber lo que existía dentro de la cabeza de Platón? ¿Acaso se ha inventado ya la máquina del tiempo y alguien ha viajado a la Atenas Clásica y el mismo Platón le ha confirmado que la Atlántida solo existía en su cabeza? […] En fin, si el profesor Hernández puede explicarme de modo científico cómo es que se ha podido saber qué era lo que existía dentro de la cabeza de Platón, yo estaría más que encantado. Incluso me ahorraría muchas horas de investigación y esfuerzo tratando de buscar entre códices y papiros indicios sobre la tradición de la historia de la Atlántida desde las fuentes egipcias mismas. […] En cualquier caso, como ya se sabe, afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias, y afirmar que la Atlántida de Platón solo existió en la cabeza de Platón es, desde luego, una afirmación mas que extraordinaria, por lo que espero conocer las pruebas extraordinarias que han llevado al profesor Hernández, y a los que así piensan, a saber lo que realmente existía dentro de la cabeza de Platón.» (fin de mi autocita).

    Por otra parte, cuando usted dice (de nuevo como afirmación) que «la única fuente que tenemos a ciencia cierta son los diálogos de Platón, con una agenda propia de intencionalidad filosófico-política. Las demás fuentes al respecto siguen siendo dudosas.» Bueno, eso no es cierto. Tal como demuestro en mi obra sobre la Atlántida Histórico-Científica (una serie de ocho volúmenes ya), Platón no es la única fuente, ni las demás son dudosas, sino bien claras y precisas, tan claras o tan dudosas como la puede ser el mismo texto de Platón. Incluso, hay fuentes que hablan de tales pueblos atlantes o de una isla en el Atlántico con una cultura importante que provienen de fuentes ajenas por completo a la tradición platónica, y hasta difieren en algunos aspectos, demostrándose con ello que provienen de una tradición diferente a la de Solón, pero que convergen, muy probablemente (dada las fuentes consultadas por tales autores) en fuentes egipcias mismas.

    Lo de que Platón es la única fuente sigue siendo una de las más interesadas falacias que conviene seguir repitiendo una y otra vez a quienes hace tiempo adoptaron el dogma académico (trasmitido por falacia de autoridad en las Universidades de maestro a alumno) de que la Atlántida no es más que un mero mito o cuento inventado por Platón, aunque a veces, sobre todo más últimamente (seguro por el peso de ciertas pruebas indiciarias que han ido apareciendo en los últimos treinta años y que no pueden ser ignoradas) se admite que basada en algunos datos o eventos históricos.

    En fin, agradezco el enlace a la tesis, que como mucho gusto pienso leer y analizar y hasta usar como bibliografía en próximas ediciones de mi serie sobre Atlantología Histórico-Científica. Y ya de paso, recomiendo también a los cultos lectores interesados en esta cuestión mis libros al respecto. Son más de treinta ya publicados donde se compila varios cientos de pruebas indiciarias entre fuentes primarias escritas (códices,manuscritos y papiros) y cartográficas antiguas (especialmente planos y mapas egipcios que se remontan al Imperio Medio, o sea, más de 4000 años, o creados en Cartago durante la Antigüedad Tardía, o realizado sobre piedra en Tartessos, a finales de la Edad del Bronce, entre otro tipos de evidencias arqueológicas, sismológicas y geológicas varias).

    Enlace universal, para desde cualquier parte del mundo acceder a todos mis libros y revistas en Amazon: http://author.to/GeorgeosDiazMontexano

    Un cordial saludo,
    Georgeos
    http://www.AtlantidaHistorica.con
    http://www.ArqueoHistoria.org

  4. Georgeos:

    ¿Cómo sabemos que la Atlántida estaba en la cabeza de Platón? Porque escribió sobre ella. ¿Aparte de en la cabeza de Platón, estaba en otro lugar, digamos la realidad? No hay evidencia de ello. Navaja de Occam mediante, la Atlántida no estaba más que en la cabeza de Platón.

  5. Sr. Figueroa:

    Usted ha dicho:

    «¿Cómo sabemos que la Atlántida estaba en la cabeza de Platón? Porque escribió sobre ella. »

    Bueno, se ve que no se ha percatado que esté no es el punto. Se ha saltado usted en la lectura de mis argumentos una palabra: SOLO. Recuerde que toda mi argumentación parte de la siguiente afirmación del profesor, Hernández de la Fuente: «La Atlántida SOLO existió en la cabeza del más brillante y recordado de los filósofos griegos.» De modo que al olvidar usted leer la palabra SOLO ha creído que mi argumentación era otra. Le recuerdo mis palabras: » ¿Cómo se puede saber lo que existía dentro de la cabeza de Platón? ¿Acaso se ha inventado ya la máquina del tiempo y alguien ha viajado a la Atenas Clásica y el mismo Platón le ha confirmado que la Atlántida SOLO existía en su cabeza?»

    Si el profesor Hernández de la Fuente no hubiera añadido tal abvervio, SOLO, créame que no me habría tomado la molestia ni de escribir una sola línea. Así que la ‘parsimoniae lex’ de Ockham aquí no tiene nada que ver, y créame también cuando le digo que tal principio es uno de mis mejores aliados.

    En fin, que no pasa nada, un despiste, descuido o error de lectura lo tiene cualquiera. Solo que creo debería dejar claro que su argumento es solo legítimo si mi argumentaciones hubieran sido motivadas por la simple pregunta: «¿Cómo sabemos que la Atlántida estaba en la cabeza de Platón?», pero como queda más que demostrado en mis escritos anteriores, no ha sido por esta pregunta, sino por el adverbio SOLO, añadido por el profesor a la afirmación de que la Atlántida SOLO estuvo en la cabeza de Platón.

    Espero que ahora ya lo comprenda bien.

    En cuanto a lo segundo, de que por el mismo principio parsimónico, como no hay evidencia de la Atlántida en ninguna parte, por tanto, solo estaba en la cabeza de Platón, es de nuevo otro error de argumentación. Por todo lo que ya he explicado antes. No SOLO estuvo en la cabeza de Platón, sino en la de otros muchos autores, algunos incluso por fuentes ajenas a Platón, o sea, por otras fuentes o tradiciones diferentes a la de Solón, que es la que recibe Platón, y curiosamente estos autores son historiadores y geógrafos, no mitógrafos ni poetas. Por tanto, este hecho ya invalidad por completo su afirmación.

    En cuanto a la Atlántida en si misma, si se refiere a la metrópolis o capital circular concéntrica, sí, es cierto, aún no ha sido halada bajo el mar, sin embargo, en tierra, en las regiones cercanas, en Iberia y Marruecos, hay evidencias arqueológicas que he interpretado como posibles indicios del mismo pueblo atlántico, como por ejemplo, ciudades con el mismo patrón circular concéntrico alternando fosos o canales que eran inundados con agua con anillos de tierra, algo que solo es descrito en textos antiguos para la capital de los atlantes; así como vasijas y millares de petroglifos con el mismo símbolo específico y peculiar y ‘sui generis’ solo exclusivo de Iberia y Marruecos y algunas regiones del atlántico europeo, del mismo esquema de dicha ciudad, consistente en varios círculos concéntricos del que parte un canal, desde su centro, que se extienden hasta el exterior de los anillos, y otras posibles evidencias arqueológicas que describo en mis libros. De modo que bien pudieran ser todas ellas evidencias de la misma cultura atlántica que se describe en los apuntes de Solón utilizados por Platón. Obviamente, hasta tanto se halle bajo el mar la capital, no es posible estar seguro al 100% de sis estas evidencias arqueológicas son o no de tal cultura atlántica, pero de momento, es una hipótesis verosímil y razonable, y no solo para mi, para muchos más, y hasta para algunos doctores universitarios, como puede verse en las opiniones que estos han publicado sobre mi obra intelectual y serie de Atlantología Histórico-Científica.

    Un cordial saludo,
    Georgeos

Comments are closed.